Tiara de Rubies - Casa Real de Dinamarca

La historia de esta tiara y el aderezo a juego, se remonta a 1804, cuando se celebró la coronación de Napoleón, donde fué lucida por Desireé Clary, esposa del Mariscal Juan Bautista Bernadotte.

Es un juego realizado en brillantes y rubies, representando en la diadema adornos florales. En el resto del aderezo, las rubies van montados en parejas, para que parezcan de mayor tamaño.
El aderezo se compone de tiara, pendientes, collar, pulsera y broche.
Napoleón, queriendo asegurarse que su Coronación, celebrada en Diciembre del 1804, fuese lo más deslumbrante posible, dió dinero a sus Mariscales para que pudiesen comprar joyas y vestidos lujosos para tal acto.
Uno de esos Mariscales, que compró diamantes y rubies, fué Juan Bautista Bernadotte, que mandaría hacer este aderezo para su esposa, Desireé.
Con el paso del tiempo, esta pareja serían proclamandos Reyes de Suecia.
Estado actual de la tiara
La Reina Desirée dejaría estas joyas a su nuera, la Reina Josefína, que a su vez donó a su nieta, la princesa Luisa de Suecia cuando se casó con el rey Federico VIII de Dinamarca, ya que los diamantes y los rubies, blancos y rojos, eran el color de la bandera danesa

La Reina Alejandrina de Dinamarca
Luisa, la reina de Dinamarca dejó a su vez la tiara a su nuera, Alejandrina de Mecklemburgo-Schwerin por su matrimonio con su hijo, el futuro rey Christian X de Dinamarca. El resto del aderezo lo reservó la Reina Luisa para su uso.
En 1935, los Reyes Christian X y Alejandrina, entregan como regalo de boda todo el aderezo, a la Princesa Ingrid de Suecia, que contraía matrimonio con su hijo y heredero, el Príncipe Federico de Dinamarca.
Ingrid de Suecia, Princesa de Dinamarca, con el aderezo
la vispera de su boda

La más tarde Reina Ingrid, haría que a la tiara se le añadiera un broche (con el que aparece en la imagen anterior) para darle más volumen y cerrarla por el centro.
La Reina Ingrid con la tiara ya reformada
Al fallecer la Reina Ingrid en noviembre del año 2000, deja la tiara y el aderezo a su nieto, el Príncipe heredero Federico, para que siguiendo la tradición, los regale a la futura Princesa heredera.

La Reina Ingrid y su nieto, el Príncipe Federico, que heredaría el juego de rubies

Será cuatro años después, cuando tres días antes de la boda del Príncipe, la novia, la abogada australiana Mary Donaldson, luzca por primera vez las joyas de Desireé Clary, en la gala del Palacio de Christiansborg en Copenhague.
Mary Donaldson con los rubies de Desiree Clary a la llegada Christiansborg
La vispera de la boda, también usaría todo el aderezo para la gala que se celebró en la Opera de Conpenhague.

El Príncipe Federico y Mary Donaldson en la gala de la Opera, el día antes de su boda


Primer plano de la autraliana Mary Donaldson con los rubies

En el año 2010, el Príncipe Federico y la Princesa Mary reforman la tiara, dejandola un poco más corta y más redondeada al eliminarle algunas de las hojas superiores y laterales, que serviran como broches para el pelo.
 
Mary de Dinamarca en la boda de la Princesa Victoria de Suecia


La Princesa conversando con el Rey Constantino de Grecia

La tiara antes y despues de la reforma de 2010
El pintor brasileño Romero Brito, inmortalizó a la Princesa Mary luciendo la tiara de rubies. La colorista pintura, que combina elementos del cubismo estereotipado, el arte pop y la pintura de graffiti, forma parte de un proyecto benefico.
Los Reyes de España, la Infanta Leonor, los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco y los Duques de Cambridge son algunos de los miembros de la realeza que integran su amplia colección de retratos.

Tiara/Collar de la Reina Isabel - Casa Real de Bélgica

Se trata de una antiquísima joya realizada en diamantes con diferentes tipos de talla, y rematada con varios de gran tamaño con talla en pera.


Esta tiara originalmente fue un collar que perteneció a la esposa del Rey Alberto I de los Belgas, la Reina Isabel, nacida Princesa de Baviera (sobrina de la Emperatriz Sissi).
Isabel de Baviera, Reina de los Belgas
El collar de la Reina Isabel, después de haber permanecido durante muchos años en el olvido, volvió a ver la luz el 12 de Abril de 2003, cuando sería lucido en forma de tiara por Claire Coombs en su boda con el Príncipe Laurent de Bélgica.

Claire Coombs el día de su boda en Bruselas

Esta tiara/collar de diamantes sería el regalo de los Reyes Alberto II y Paola de los Belgas a la esposa de su tercer hijo con motivo de su boda. 
La Princesa Claire con la tiara/collar de Isabel de Baviera

Después de su boda, la Princesa Claire ha continuado utilizando esta joya en alguna otra ocasión, pero siempre como tiara.

Los Príncipes Laurent y Claire de Bélgica

Tiara de las Nueve Puntas - Casa Real de Suecia

También conocida como Tiara de la Reina Sofía. Fue diseñada en Berlín por orden del Rey Oscar II de Suecia para su esposa Sofía de Nassau.
La tiara, realizada en diamantes talla brillante, consta de nueve puntas, rematadas por nueve soles de diamantes y una base de filigranas clásicas de la era victoriana.
Sofía de Nassau, Reina de Suecia
Los Reyes Oscar II y Sofía de Suecia
Después del fallecimiento de la Reina Sofía, la tiara será heredada por su hijo el Rey Gustavo V, y más tarde a su nieto Gustavo VI Adolfo.
En la siguiente foto podemos a la Reina Luisa de Suecia con la tiara en los años 50.

Luisa Mountbatten, segunda esposa del Rey Carlos VI Adolfo de Suecia
En la actualidad la tiara está vinculada a la Fundación Bernadotte, y es la Reina Silvia la que habitualmente la usa desde su boda con el Rey Carlos XVI Gustavo en 1976.
La Reina Silvia con la tiara poco después de su matrimonio
Silvia de Suecia luciendo la tiara con el aderezo de zafiros
En la ceremonia de entrega de los Premios Nobel
Primer plano de la Reina de Suecia
Actual foto de Silvia de Suecia con la tiara de la Reina Sofía
Aunque normalmente la tiara es usada por la Reina, en algunas ocasiones ha sido usada por otras damas de la Familia Real de Suecia
La Princesa Lilian con la tiara en un acto oficial
La Princesa Brigida, hermana del Rey de Suecia, luciendo la tiara en la boda de la Princesa Victoria