Collar de Chatones - Casa Real de España

Su origen es una gargantilla realizada por la Joyería Ansorena,  con 30 diamantes (90 quilates) montados en chatones (a la rusa), que el Rey Alfonso XIII regaló en 1906 a su prometida, la Princesa Victoria Eugenia de Battenberg.
 
 
 
Este tipo de collar fue muy popular a mediados del siglo XIX, los diamantes van engastados sobre un placa de platino, "chatón", al que se sujetan con unas garras que pasan muy desapercibidas.
Esta gargantilla fué el regalo nupcial más valioso que recibió la Reina Victoria Eugenia, fué valorado en 145.000 pesetas.
 
Victoria Eugenia con el collar de chatones a modo de gargantilla
 
 El Rey Alfonso XIII, inspirado en la novela de Dumas, "Los Tres Mosqueteros", cada vez que tenia que hacer un regalo a su esposa la Reina Victoria Eugenia, entregaba dos diamantes que ella mandaba unir a la gargantilla de chatones.
 
La Reina con el collar de chatones a los pocos años de casarse
 
Con el paso de los años el collar se hizo largo

  Así con cada cumpleaños, aniversario o nacimiento de hijos, la gargantilla fue creciendo hasta llegarle a la cintura, y poder lucirlo también en dos vueltas.

La Reina Victoria Eugenia en la gala previa a la boda de la Infanta Pilar, con el collar de dos vueltas
 La Reina Victoria Eugenia dividirá los chatones en dos collares y dejará indicado en su testamento que el collar "más grande", junto con otra serie de joyas, sean entregadas a su hijo Don Juan, con el deseo que en el futuro pasasen a manos de Don Juan Carlos.
 A este lote de joyas se le conocerá como "las joyas de pasar".

La Reina Sofía con los chatones de Victoria Eugenia en la boda del Príncipe Federico de Dinamarca
El Rey Juan Carlos recibirá las "joyas de pasar" después de la abdicación de su padre en 1977, y desde entonces la Reina Sofía ha lucido el collar "mas grande" en contadas ocasiones.

En Londres, con motivo de la boda del Príncipe Pablo de Grecia

La Reina Victoria Eugenia dividirá el resto de sus joyas entre sus otros hijos, dejando el collar de chatones  "más pequeño", con 27 diamantes, al Infante Don Jaime.
En el año 1977, Charlotte Tiedemann, segunda esposa del Infante Don Jaime, subastó en Christie´s Ginebra el collar de chatones, que sería comprado por Alejandro Vega, un joyero de Madrid, en algo más de 18 millones de pesetas (unos 110.000 €).
En 1982 fué comprado por alguien cercano a la Casa Real, de forma que el collar pasó a la Reina Sofía, quien lo lucirá por primera vez en la Visita de Estado del Presidente de Francia, François Mitterand.
 
La Reina Sofía con el collar de chatones "más pequeño" en la cena de gala en honor al Presidente de Francia, François Mitterand
 Existe un tercer collar de chatones que el Rey Alfonso XIII regaló a su nuera, Doña María de las Mercedes, Condesa de Barcelona, con motivo de su boda con Don Juan de Borbón.

Entre los regalos de boda, María de las Mercedes también recibiría de manos de Alfonso XIII la tiara Rusa, que pertenecería a su madre, la Reina Cristina, a la que con toda probabilidad perteneció también el collar de chatones.
 
La madre del Rey Juan Carlos con los chatones
La Condesa de Barcelona prestaría a su nuera, la entonces Princesa Sofía, la tiara rusa y el collar de chatones para que los pudiera lucir en Persepolis en 1971, en los actos de celebración del 2500 aniversario de la dinastía persa.
  
La entonces Princesa Sofía en Persepolis
Después del fallecimiento de la Condesa de Barcelona no está claro a quien ha correspondido este tercer collar de chatones.
Por acuerdo de sus tres hijos, el Rey Juan Carlos y las Infantas Pilas y Margarita, la tiara rusa pasó al primero, y hoy la luce la Reina Sofía, pero nada se sabe de los chatones.

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