Tiara/Collar Wolfers - Casa Real de Bélgica

Collar/tiara regalo de bodas a la Reina Fabiola, por parte de la industria del diamante de Amberes (Bélgica), fué realizada por la joyería belga Wolfers.


Consta de dos hileras de diamantes, talla brillante, sobre los que se disponen cinco grupos de tres diamantes cada uno con talla de pera.



La Reina Fabiola lució esta joya con bastante frecuencia, dejando las tiaras de las "provincias belgas" y la "tiara ducal" para ocasiones más solemnes.

En las fotos siguientes podemos ver a la Reina de los Belgas con la tiara Wolfers





En ocasiones, la esposa del Rey Balduino I de los belgas, también la lucia como collar, acompañando a otras tiaras

La Wolfers con la base de la tiara de las provincias belgas
Una joven Reina Fabiola con el collar Wolfers

Los Reyes Balduino y Fabiola, que luce el collar/tiara Wolfers acompañando a la tiara ducal

Es de suponer que la Reina Fabiola dejó en herencia esta tiara a su sobrino Felipe, el actual Rey de los Belgas.

La Reina Matilde lució por primera vez la tiara Wolfers durante su visita a Polonia, en octubre de 2015.

La Reina Matilde en Polonia

Tiara de Leuchtenberg - Casa Real de Suecia

Fué regalo del Emperador Napoleón a su hijastro, Eugenio de Beauharnais, Duque de Leuchtenberg, por su boda con la Princesa Augusta Amalia de Baviera en 1806.


Se trata de una tiara neoclásica, realizada en diamantes y zafiros, representando madreselvas. Es muy flexible, pudiendose poner totalmente plana (foto siguiente).
Está formada por once secciones separadas que se pueden quitar para adaptarla mejor.

La tiara en su estuche, donde se puede comprobar su flexibilidad
Al fallecer la Duquesa de Leuchtenberg, en 1851, la tiara fue heredada por su hija mayor, la entonces Reina Josefina de Suecia, por su matrimonio con el Rey Oscar I.

Originalmente, la tiara se encontraba rematada por perlas, como podemos apreciar en la imagen de la Reina Josefina.

Josefina de Leuchtenberg, Reina de Suecia

La tiara forma parte de un juego de gargantilla, broche, pendientes y dos horquillas.

Collar y pendientes

Horquillas, broche y pendientes

En 1876 la tiara será heredada por la Reina Sofía de Suecia, esposa del Rey Oscar II. Y estos la regalarian a su hijo Gustavo, en 1881, por su boda con la Princesa Victoria de Baden.
Victoria de Baden, Reina de Suecia
En 1930, tras el fallecimiento de la Reina Victoria de Suecia, las joyas quedaron vinculadas a la Fundación Bernadotte, y desde entonces han sido usadas por diferentes damas reales.


Luisa Mountbatten, Reina de Suecia


Reina Luisa, esposa del Rey Gustavo Adolfo
Princesa Sibylla, madre del actual Rey

Desde el matrimonio del Rey Carlos XVI Gustavo, en 1976, con la alemana Silvia Sommerlath, el aderezo Leuchtenberg ha quedado reservado exclusivamente para uso de la Reina.

Diversas imagenes de la Reina Silvia con la Tiara y el aderezo Leuchtenberg

La Reina Silvia poco después de su matrimonio
 
 


Primer plano de la Reina Silvia
La Reina de Suecia luciendo el aderezo completo de zafiros

 

Silvia de Suecia en un acto celebrado en Copenhague

Vista posterior de la tiara

La Reina Silvia adornando el peinado con las dos horquillas del juego

A veces se ha discutido si la tiara llevó alguna vez perlas, o fué licencia de algún pintor el representarlas en algún retrato de la Reina Josefina.
Tras un estudio que se hizo a la tiara en 2006, se pudo comprobar que los zafiros son desmontables, por lo que es posible que se pudieran sustituir por las perlas.


Tiara de Zafiros - Casa Real de Reino Unido

Realizada en zafiros y diamantes, fue originalmente una gargantilla de la Princesa Luisa María de Bélgica, hija primogenita del Rey Leopoldo II de los Belgas


La Princesa Luisa María, casada con el Príncipe Fernando de Saxe-Coburgo-Gotha, protagonizó un matrimonio desgraciado, dandose a una vida de lujos para escapar del autoritarismo de su esposo.
 
En 1897 escandalizó a la corte por abandonar a su marido, del que acabaría divorciandose ocho años después.

La Princesa Luisa arruinada, y habiendose involucrado en un escándalo de falsificación protagonizado por su amante, se vería obligada a vender las joyas que heredó de su madre, la Archiduquesa María Enriqueta de Austria.

La Príncesa Luisa María de Bélgica con los zafiros

En 1963 la gargantilla de zafiros de la Princesa Luisa María de Bélgica volvería a aparecer públicamente, cuando la Reina Isabel II la compra.

Reina Isabel II de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte

La Reina haría que la gargantilla fuese montada como tiara, practicamente sin transformación alguna.
La Reina con la tiara y el juego de zafiros

La tiara fue el complemento perfecto para la gargantilla y los pendientes de zafiros que en 1947 le regalara su padre, el Rey Jorge VI.




La gargantilla, hecha en 1850, constaba de 18 zafiros rectangulares rodeados de diamantes. Aunque en 1952, para reducir su longitud, la Reina Isabel ordena que se le retiren cuatro zafiros (incluido el de mayor tamaño).

Con el zafiro de mayor tamaño, siete años después, se confecciona un colgante que suele añadir a la gargantilla, aunque también puede ser usado como broche.


La Reina Camila con la Tiara de Zafiros

Tras el fallecimiento la de Reina Isabel II, en la primera aparición pública con tiara, la nueva Reina Camila lucirá esta tiara por primera vez.