Tiara de las Cruces de Malta - Casa Real de Noruega

El origen de esta tiara es un tanto confuso, se trata de una banda de diamantes sobre la que se apoyan cuatro cruces patadas, o de Malta, también de diamantes, que se pueden desprender y usar como broches.
Originalmente, entre las cruces se intercalaba cuatro flores de lis, que la Reina Maud eliminó.

Existen dos versiones, generalmente admitidas, sobre su origen:


  1. Según Geoffrey C. Munn, en su obra "Historia de Esplendor" (2001), cuenta que el origen de la tiara fue una corona de la Reina Adelaida, esposa de Guillermo IV. Dicha corona sería remodelada en 1853 para la Reina Victoria, sobrina y sucesora del Rey Guillermo.  
  2. La Princesa Astrid de Noruega, hija del Rey Olav y hermana del Rey Harald, considerada por muchos como una enciclopedia viviente, asegura que la tiara fue realizada para la Reina Alejandra, esposa de Eduardo VII, como una alternativa más ligera a la Tiara de Estado.
En la siguiente imagen, podemos ver un retrato de la Reina Victoria de Gran Bretaña, realizado por Winterhalter en 1856, en el que luce la tiara, que posiblemente a su fallecimiento pudo ser heredada por la Reina Alejandra.


La Reina Victoria de Gran Bretaña

En la siguiente foto, vemos un primer plano de la Reina Alejandra usando la referida tiara, también lleva la pequeña corona de diamantes de la Reina Victoria.

La Reina Alejandra
Tras la muerte de la Reina Alejandra en 1925, esta tiara junto con otras joyas, fue heredada por su hija menor, la Reina Maud de Noruega, esposa del Rey Haakon VII, que la lucirá por primera vez en 1929.

Reina Maud de Noruega
En los últimos años de su vida la usó frecuentemente, pero eliminandole las flores de lis, tal vez para que no se pareciera demasiado a las tiaras de la Familia Real Britanica
.
Una de la últimas ocasiones en las que la Reina Maud utilizaría esta tiara fue en Londres, el 12 de mayo de 1937, en la coronación del Rey Jorge VI, donde asistiría acompañada de su hijo, el entonces Príncipe Olav y su esposa, la Princes Marta.
La Reina Maud y su cuñada la Reina Mary, junto a ellas la futura Reina Isabel II
En las imagenes de la coronación se puede apreciar el parecido de las tiaras de la Reina Mary y la Reina Maud, posiblemente por ello se piensa que le retiro las flores de lis.
 

Los recién coronados Reyes Jorge VI e Isabel, a la derecha de la imagen la Reina Maud
La Reina Maud con los Príncipes herederos de Noruega, Olav y Marta
En 1938 la Reina Maud fallece en Londres y allí quedan custodiadas sus joyas en el Castillo de Windsor durante bastantes años, hasta que ya, después de la II Guerra Mundial, su hijo Olav las lleva a Noruega poco antes de la muerte de su esposa, la Princesa Marta, que no las llega a usar nunca.

            Olav decide no dividir las joyas de su madre entre sus tres hijos, hasta después de la boda del Príncipe Harald, en 1968.

Años después de la subida al trono del Rey Harald, su esposa, la Reina Sonja utilizará la tiara con tres de las cruces en su parte delantera, y la cuarta como broche.
La Reina Sonja de Noruega con la tiara
Imagen posterior de las cruces patadas

Con más frecuencia la Reina ha usado la base de la tiara sin las cruces, a modo de bandeau.
 Parece ser que esta base ha sido acortada, para adaptarla a la Reina Sonja, con los elementos sobrantes han creado unos pendientes a juego.
La Reina Sonja con la tiara sin las cruces patadas

La Reina luciendo los pendientes a juego con la tiara
Imagen en la que se puede observar como la tiara ha sido acortada
 La tiara sin las cruces también ha sido cedida por la Reina a su hija, la Princesa Marta Luisa de Noruega, durante las visitas de Estado de la Reina Margarita de Dinamarca en 1992, y en la de los Reyes de Suecia en 1993.
La Princesa Marta Luisa de Noruega
La Princesa con la tiara y los pendientes a juego

Toda la confusión sobre esta tiara radica en la existencia, en la Torre de Londres, de una tiara de la Reina Victoria, a la que le fueron quitadas la piedras en 1937 para utilizarlas en la corona de la Reina Isabel, esposa de Jorge VI.

Por tanto, si la tiara fue desmantelada no puede ser la misma que hay en Noruega. Lo que nos lleva a pensar que posiblemente existieron dos tiaras iguales. Ya que la Reina Alejandra heredó una de su suegra, la Reina Victoria, y por otra parte encargo otra similar que posiblemente dejó en herencia a su hija Maud.

No es nada raro el hacer joyas iguales, pues por ejemplo la tiara Cambridge es copia de una tiara de la Princesa Augusta de Hesse-Kassel,  que la Reina Mary (su nieta) encarga en 1913 a la joyería Garrard.
Tiara de la Reina Victoria sin las piedras
El escritor Hugh Roberts, en su libro "Diamantes de la Reina" (2012), confirma la versión de la Princesa Astrid de que se trata de una tiara nueva:
"En los primeros meses de sus viudez, la Reina Alejandra tenía el diamante Cullinan VI incorporado (desmontable) en una tiara nueva, hecha como sustituta de la Tiara de Estado, que había pasado a la Reina María a la muerte del Rey Eduardo".
El mismo autor cita una nota de la joyería Garrard, de 14 de Noviembre de 1910, en la que describe la tiara:
Un brillante marquise (Cullinan IV), un brillante redondo y 84 brillantes decorados como una corona real compuesto por bandeau coronada por cuatro cruces patadas y cuatro flores de lis. Las cruces y las flores de lis pueden formar broches separados. Y tres brillantes de gran tamaño que pueden ser quitados a voluntad. 326 Libras.
La tiara fue legada por la Reina Alejandra a su tercera hija, Maud, Reina de Noruega, menos el Cullinan VI y el brillante redondo.
Según la anotación de Garrard parece claro que la Reina Alejandra tuvo dos tiaras iguales, una la pasaría a su nuera, la Reina Mary, y otra a su hija, la Reina Maud.

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