Se trata de una gargantilla, convertible en tiara, realizada con siete
grandes zafiros y diamantes talla brillante y talla baguette.
Esta joya pertenece a la Princesa Carolina de Mónaco desde su juventud,
probablemente regalos de sus padres, los Príncipes Rainiero y Gracia de
Mónaco.
Carolina de Mónaco |
La Princesa ha usado la joya en multiples ocasiones y siempre como gargantilla.
S.A.S. la Princesa Carolina de Mónaco |
No se trata de un juego completo, ya que ha ido alternandola con
diferentes pendientes, unas veces de diamantes y otras de zafiros.
La Princesa Carolina con el collar de zafiros y pendientes a juego |
En la gala que se celebraría la noche de la boda de su hermano, el
Príncipe Alberto, la Princesa usaría por primera vez los zafiros a modo
de tiara.
Carolina de Mónaco con la joya como tiara |
Como es sabido la Princesa heredó dos importantes tiaras de su abuela la
Princesa Carlota, lo que sorprendió que no usase ninguna de ellas en la
gala de la boda de su hermano.
El motivo era tan simple como que dichas tiaras se encontraban en aquel
momento en Nueva York en la exposición organizada por la Fundación
Grimaldi sobre la Princesa Gracia.
La Princesa Carolina y el Gran Duque Enrique de Luxemburgo |
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