Tiara de Turquesas - Casa Real de Noruega

 Es una tiara de diamantes y turquesas, con un diseño inspirado en la India. Originalmente perteneció a la Reina Alejandra del Reino Unido.


Parece ser que la tiara fue un regalo que el Rey Eduardo VII hizo a su esposa al cumplir esta 58 años, en 1902.

La Princesa Astrid de Noruega

Al fallecer la Reina Alejandra, la tiara sería heredada por su hija Maud, Reina de Noruega, en 1925.


Primer plano de la Princesa con las turquesas
La Reina Maud solía visitar con frecuencia a su familia en Reino Unido, y en una de estas visitas, en la que había llevado gran parte de sus joyas para hacerles una limpieza, Maud de Noruega falleció de un infarto en 1938. Las joyas quedaron en Londres, y al estallar la Segunda Guerra Mundial serían escondidas en el Castillo de Windsor para custodiarlas.

En 1953 las joyas volvieron a Noruega, pero al fallecer al año siguiente la Princesa Marta, nuera de Maud, la joyas volvieron a ser guardadas. No sería hasta 1968, después de la boda del Príncipe Heredero Harald con Sonja Haraldsen, cuando el Rey Olav V decide repartir las joyas entre sus tres hijos: el Príncipe Harald, la Princesa Ragnhild y la Princesa Astrid.


Astrid de Noruega
De esta forma, la Tiara de Turquesas pasa a manos de la Princesa Astrid, quien la ha utilizado en muchas ocasiones.

La Princesa Astrid en las celebraciones del 80 cumpleaños del Rey

No sabemos quien heredará la tiara, aunque todo hace suponer que volverá a la línea principal.

 Según el historiador Trond Noren Isaksen, biógrafo de la Princesa Astrid, la Tiara de Turquesas junto con la Tiara Vasa serán heredadas por el Rey.

Primer plano de la Tiara





Tiara de Aguamarinas - Casa Real de los Países Bajos

 Tiara de estilo art-decó fabricada por el joyero holandés Kempen, Beger & Vos, con siete aguamarinas brasileñas sobre una base desmontable de platino y diamantes. Forma parte de un aderezo de pendientes, collar, broche y pulsera.



Este aderezo no fue hecho como conjunto inicialmente, sino que ha sido producto de la unión de diferentes piezas a través de los años.

La tiara fue un regalo de los Reyes de los Países Bajos, a su hija, la entonces Princesa Juliana al cumplir dieciocho años en 1927. 

La Reina Máxima con las aguamarinas

También recibiría ese día un collar de diamantes y aguamarina y una pulsera hechos en La Haya por el joyero Burnier, como regalo de su abuela, la Reina Enma.

La Reina Juliana de los Países Bajos

Los pendientes serían un regalo de bodas que le hizo su suegra, la Princesa Armgard, en 1937.

La Reina Beatriz I de los Países Bajos


El broche grande en estilo Art deco con una gran aguamarina rectangular con baguette de aguamarinas menores facetadas fue también un regalo de casamiento del príncipe Bernhard en 1937.


La entonces Princesa Máxima

Además de este conjunto de aguamarinas, la Reina Juliana adquirió muchas más aguamarinas

La Reina Máxima con la tiara, pendientes y dos broches (uno en el cinturón)

Las aguamarinas han sido usadas tanto por la Reina Beatriz como por alguna de sus hermanas. 

También por la Reina Máxima y la Princesa Laurentien.

La Princesa Laurentien


La Reina con otra aguamarina como colgante

En la actualidad, el aderezo pertenece a la Fundación Orange Nassau, por lo que no puede ser ni dividido ni vendido.

 


 

 




Collar de Zafiros - Casa Real de España

 Es una gargantilla de zafiros en talla cabujón y diamantes, propiedad de la Reina Sofía, y que suele acompañar con unos pendientes también de zafiros y diamantes, y una pulsera con dos grandes cabujones de zafiros.


El origen de esta gargantilla es un poco incierto, la primera vez que tenemos documentación gráfica es en la cena ofrecida por la Reina Margarita II de Dinamarca, en el Palacio del Pardo, durante su Visita de Estado a España, en 1983.

La Reina en el Palacio del Pardo en 1963

Los Reyes de España con la Reina de Dinamarca

En 1984 también usaría el juego de zafiros en la Visita de Estado que los Reyes realizaron a Canada.

La Reina en Canadá (1984)

La Reina Sofía lucirá también el conjunto de gargantilla y pendientes cuando el entonces Príncipe de Asturias juró la Constitución en 1986.

La Reina en la jura de la Constitución por el Príncipe Felipe

El origen de estas joyas es incierto, aunque se barajan diferentes posibilidades:

- Regalo del Rey Juan Carlos
- Regalo del Rey Hussein de Jordania
- Regalo de la Reina Federica


La última ocasión que la Reina Sofía lució la gargantilla, los pendientes y la pulsera fue en 2023 durante la boda del Príncipe Heredero de Jordania.

Los Reyes en la boda del Príncipe Heredero de Jordania


La Reina Letizia ha lucido en dos ocasiones los pendientes de zafiros, durante la Visita de Estado a Japón en 2017, y en Alemania en 2022.


La Reina Letizia en la cena de gala en Japón



La Reina con los pendientes de zafiros en Japón